La diferencia entre meditación y mindfulness es que la meditación nos habla del silencio, de la comunión con nuestro ser. En cambio el Mindfulness nos centra en el todo de nuestra experiencia presente.
El mindfulness y el aquí y ahora
El mindfulness o conciencia plena te ayuda a tomar consciencia del momento presente, del aquí y ahora. Se trata de tomar atención en los actos que realizas, ya sea en tu respiración, en comer o incluso en ver una nube por el cielo.
En la mayoría de ocasiones cuando hacemos determinados actos como comer o trabajar, lo hacemos de manera automática. No les prestamos la atención y se convierten en actos rutinarios que incluso podemos hacer pensando en otras cosas.
¿Alguna vez te has duchado de verdad?
No me refiero a que no hayas cometido el objetivo principal: Asearte.
Quiero decirte que si has llegado a percibir el agua caliente, las sensaciones que produce en tu cuerpo el contacto con el jabón y la sensación de limpieza que obtienes.
Eso precisamente es lo que se consigue con la práctica del Mindfulness. Tomar consciencia de las sensaciones que se producen en el momento presente.
Mientras estoy tecleando este post puedo simplemente dejar que los dedos bailen en el teclado o sentir su contacto, sentir las emociones que me producen.
El mindfulness ayuda a enfocarte en la situación y alejarse de todo juicio o pensamiento que pueda interferir. Esto ayuda a relajarse y disfrutar de las tareas diarias de manera única.
La meditación te fusiona con la nada.
La meditación consiste en disminuir el ruido que puede provocar el pensamiento.
Fusionarse con la nada.
Cuando metas toda tu atención se centra en tu ser interior. No es cuestión de para la mente y dejar que el vacío lo llene todo.
La mente no atiende a razones y cabalga incansablemente.
Se trata de ver más allá de tus pensamientos y conocer el trasfondo de las sensaciones que producen.
En la meditación te unes a tus pensamientos y simplemente los dejas ser.
Durante mis años de carrera universitaria nos propusieron un ejercicio.
Consistía en pensar en cualquier cosa, menos en un oso blanco.
Durante un minuto intentamos pensar en cualquier cosa menos es eso. Después el profesor nos preguntó en qué habíamos reflexionado.
Todos contestamos lo mismo: un oso blanco.
La meditación te ayuda a conocer que tus pensamientos son ajenos a tu esencia. No los puedes detener, pero puedes aprender a no identificarte con ellos.
Simplemente observarlos como si vieras una película.
Cuando obtengas práctica te darás cuenta de que hay mucha calma en tu interior y que puedes tomar el control de lo que sientes respecto a esos pensamientos. Sean como sean.
Esta conciencia es el paso principal para cambiar. Conocerse a sí mismo y conocer que tipo de pensamientos te provocan dolor es el primer paso para poder eliminar los pensamientos negativos o al menos, cambiar tu forma de observarlos.
Mindfulness y meditación: la pareja ideal
Ambos se compenetran y se fusionan para crear una herramienta que te ayudará a gestionar tus emociones mejorando con ello tu calidad de vida.
Muchos de los ejercicios que se usan en la meditación son los mismos que podrás encontrar en la práctica del Mindfulness.
Meditación y Mindfulness tienen un mismo objetivo: Volver a conectar con tu esencia y aprender a gestionar las emociones que se disparan detrás de tus pensamientos.
En Resumen diferencias entre meditación y mindfulness
El mindfulness es una práctica que se centra en el aquí y ahora. Se trata de tomar consciencia de las sensaciones del momento presente.
La meditación pretende fusionar la experiencia, sea como sea, con tu mundo interior.
Ambas se complementan y ambas son necesarias para poder gestionar tus emociones a través de tus pensamientos.
6 ejercicios de Mindfulness que puedes hacer ahora mismo