Cuando practicas Mindfulness te centras en un foco, ya sea tu cuerpo o tu respiración. Con el entrenamiento diario la mente puede enfocar y abarcar más datos de manera sencilla.
Podrás terminar tareas más rápido o con mayor eficacia y además tu nivel de concentración te permitirá delimitar aquellos aspectos que son más importantes. Esto hará que cometas menos fallos en cualquier tarea.
Se fortalece la memoria del trabajo y te resultará más sencillo aprender nuevas tareas como un idioma o un deporte.
La práctica activa de Mindfulness activa áreas de la corteza prefrontal y corteza cingulada anterior lo que se traduce en una mayor activación del hipocampo.
Tendrás conciencia sobre tu cuerpo
El mindfulness te permite tener una mayor conciencia interior. Sabrás atender mejor a las necesidades de tu cuerpo, mejorarás la intuición.
Podrás aumentar tus niveles de empatía debido a la activación de la corteza cingulada, la ínsula y la corteza somatosensorial.
Podrás tomar el control sobre tus emociones.
Tendrás mejor acceso a tu consciencia y a todo lo que sucede en tu mundo interior.
Verás como la ansiedad disminuye. La autorregulación de emociones hará que aprendas a gestionar sentimientos de manera más eficaz lo que se traducirá en mejor control del estrés.
Mejora tu autoconcepto
El autoconcepto es la imagen tienes sobre ti mismo y supone una suma de cada perfección que sientes y de las percepciones que sientes a través de las demás personas.
El mindfulness te ayuda a conocerte mejor y te enseña a distinguir quién eres de quien crees que eres por imposiciones sociales o adquiridas.
Si desde tu infancia te han hecho pensar que eres una persona tímida, la práctica de Mindfulness te llevará a otro enfoque mucho distinto donde sentirás la timidez desde otra perspectiva y aprenderás a fusionarla o no con tu día a día.
Tu cerebro se transforma
En un estudio realizado en el año 2014 con meditadores tibetanos se comprobó que su EEG tenía una gran sincronización en donde la frecuencia gamma estaba totalmente controlada.
En este estudio se tomaron tres muestras:
- Personas que practican Mindfulness de manera habitual.
- Personas que no lo hacían
- Y personas que estaban empezando a practicarlo.
Se encontró que las persona que meditaban de manera usual y personas que estaban comenzando a hacerlo tenían más activas las áreas cerebrales encargadas del procesamiento sensorial, la memoria o el control emocional.
En las personas que meditaban de manera asidua la formación de materia gris era mejor que las personas que no meditaban.
Las personas que meditan de manera común tienen mayores niveles de dopamina en el cerebro lo que produce una mayor motivación, regulación del sueño y apetito e incluso mejor regulación en la temperatura corporal.
La norepinefrina, hormona responsable del estrés, se encuentra reducida en personas que practican mindfulness de manera habitual.
La melatonina, encargada de regular el ritmo cardíaco y aumentar la concentración de cortisol, se reduce, lo que da como resultado una disminución de estados nervioso o alterados.
Mindfulness Eating ¿qué es y que beneficios tiene?