Dopamina

Dopamina y Parkinson, todo lo que debes saber

Written by Noemi Tornos · 2 min read >
mujer mayor con parkinson

La relación entre la dopamina y el Parkinson es directamente proporcional a la cantidad de neurotransmisores en nuestro cerebro.

Cuando los niveles de dopamina descienden en el sistema nervioso o dejan de funcionar de manera correcta aparecen los primeros rasgos de la enfermedad como el cansancio o la debilidad articular.

¿Qué es el Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es un desorden crónico y progresivo de una de las partes del cerebro encargadas de controlar el sistema motor.

Su causa es debida a que algunas células procedentes del mesencéfalo (El área encargada de controlar el movimiento) sufren un daño.

Es la segunda enfermedad de origen Neurodegenerativo más frecuente solo en España afecta a unas 130.000 personas.

Hasta el día de hoy el Parkinson es una enfermedad progresiva que no tiene cura.

¿Qué síntomas produce el Parkinson?

Primeros síntomas de la enfermedad

  Aunque los primeros síntomas de la enfermedad suelen ser leves y pasar desapercibidos, se van haciendo más evidentes con el paso del tiempo.

  • Al comienzo de la enfermedad el paciente puede tener dolores en las articulaciones o molestias a la hora de moverse.
  • El cansancio extremo es otro de los signos de alerta.
  • En un 80% de casos, los síntomas comienzan a presentarse en un único lado del cuerpo para más tarde afectar a ambos.

Síntomas de  la enfermedad en estado avanzado

  • El temblor es el síntoma más acusado de la enfermedad. Consiste en un movimiento rítmico que suele comenzar en primer lugar en las extremidades o la mandíbula y tienden a desaparecer cuando la persona duerme.
  • Se presenta rigidez en los músculos que se tornan tensos y se contraen de manera involuntaria.
  • La Bradicinesia es una ausencia de movimiento automático lo que ocasiona extrema lentitud a la hora de realizar diferentes acciones.
  • En etapas avanzadas de la enfermedad se puede presentar dificultad a la hora de tragar o masticar lo que lleva como consecuencia posibles atragantamientos o babeo constante.
  • Se pueden presentar problemas de incontinencia debido a los daños del sistema nervioso que no es capaz de regular su actividad.
  • El uso de fármacos necesarios para tratar la enfermedad pueden provocar pesadillas o trastornos de sueño.
  • El rostro pierde expresividad y aparece la llamada cara de cera.
  • La hiposomia consiste en una dificultad a la hora de percibir y registrar olores y es uno de los síntomas más comunes en personas con Parkinson avanzado.

¿Cuál es la función de la dopamina en el Parkinson?

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso que surge cuando las células cerebrales que producen dopamina dejan de funciona de manera correcta.

Una de las funciones de la dopamina es coordinar el movimiento. Por eso uno de los principales síntomas y el más característico de la enfermedad es el temblor, la rigidez o los problemas para mantener el equilibrio.

¿Qué relación tienen el Parkinson la dopamina y la acetilcolina?

La acetilcolina es un neurotransmisor que funciona en el Sistema Nervioso Central y Periférico.

Este neurotransmisor funciona como un transportador de señales enviadas de neurona a neurona.

Cuando la acetilcolina ve sus funciones aumentadas el nivel de dopamina disminuye.

Por ello bloquear la acción de acetilcolina es decisivo para controlar el temblor o la rigidez que se asocian a la enfermedad del Parkinson.

Existen varios fármacos denominados anticolinérgicos como el mesilato o la benztropina que se usan para tratar la enfermedad.

¿Qué tratamientos existen basados en la dopamina para el Parkinson?

Aunque no tiene cura, la enfermedad del Parkinson puede tratarse con un fármaco llamado dihidroxifenilalanina o levodopa.

La levodopa se trata de un aminoácido de cadena larga que se encuentra presente de manera natural en algunas legumbres como los garbanzos o las lentejas.

Pertenece a una clase de medicamentos  conocidos como agentes del Sistema Nervioso Central.

Administrada por vía oral se absorbe en el intestino, se almacena en el estómago y se transporta mediante el torrente sanguíneo hasta llegar al cerebro.

Una vez absorbida se convierte en dopamina gracias a la enzima dopa decarboxilasa.

La dopamina que circula en el plasma sanguíneo resulta muy eficaz para el paciente con Parkinson que ve cómo los síntomas de la enfermedad quedan reducidos.

Únicamente el 30% de la dosis pasa al plasma sanguíneo por lo que se requieren inhibidores como la carbidopa o la benserazida como tratamientos coadyuvantes.

Written by Noemi Tornos
Soy Noemí Tornos, psicóloga especializada en en Psicología Clínica. Trabajo en el ámbito de mujeres víctimas de violencia de género y psicología infanto-juvenil. Profile