Es cierto que estas pequeñas de 8 patas no resultan plato de buen gusto para la mayoría de los mortales.
Sin embargo, aunque suele causar cierto “asco” o “respeto” por lo general, no supone un motivo para tener una crisis de ansiedad o pasar uno de los peores ratos de tu vida.
Si estás leyendo esto es posible que sea tu caso.
Ves una araña o cualquier objeto con forma de araña y tus latidos empiezan a aumentar.
Tienes aracnofobia.
El origen de la aracnofobia
El miedo o temor a determinados animales es algo que llevas escrito en tu código genético.
¿Te imagina que los antiguos hombre de las cavernas no hubieran tenido miedo a nada?
Seguramente ni tú estarías leyendo estas palabras ni yo las hubiera podido escribir.
El miedo garantiza la supervivencia.
La aracnofobia o miedo a las arañas es uno de los miedos más comunes en los humanos.
No es un miedo irracional.
Una araña puede morderte y provocarte una reacción alérgica. Es decir una araña puede poner en peligro tu vida.
En nuestro país la mayoría de las arañas que frecuentan nuestros hogares o que hay en el campo no van a causar ningún daño incluso aunque te muerdan.
Pero si sufres aracnofobia es posible que no te acabe de convencer.
Una de las posibles causas para desarrollar aracnofobia es haber tenido algún tipo de hecho traumático con estos pequeños animalitos.
Si por ejemplo cuando eras pequeño fuiste mordido por una o te encontraste una en tu cama al despertar, esa ansiedad vivida ha podido hacer que desarrolles una fobia.
Síntomas de la aracnofobia
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Sudoración excesiva
- Temblores
- Sensación de ahogo
- Náuseas o mareos.
- Escalofríos.
- Respiración agitada.
- Miedo a morir.
- Evitar ciertos lugares.
Consecuencias de la aracnofobia
Nadie espera encontrarse una araña en un supermercado. Sin embargo, si tienes aracnofobia lo que piense o esperen los demás te va a dar igual.
Tu miedo puede limitar tu vida hasta tal punto de dejar de ir a sitios donde pueda haber arañas como el campo o en lugares donde las has vito anteriormente.
Imagina que este fin de semana te propone ir de barbacoa al pueblo de unos amigos.
Una casa vieja siempre tendrá una que otra araña.
Seguramente vas a dejar de ir a una actividad que te gusta por tu miedo y eso es algo que en el fondo saber que no es bueno para ti.
En resumen, tener aracnofobia puede militar tu vida desde cosas simples a cosas más complejas.
¿Qué tratamientos existen para la aracnofobia?
La terapia que ha mostrado mejores resultados para tratar la aracnofobia es la terapia de exposición.
En este tipo de terapia te expondrás directamente al objeto de tu miedo.
Junto al psicólogo o especialista iréis haciendo diferentes actividades de acercamiento como ver un video de arañas, sostener una araña de juguete o hablar sobre arañas.
Todo depende de tu nivel de ansiedad y como repercuta en tu vida.
Con estas técnicas aprenderás a controlar tu miedo y los síntomas asociados.
Todo, para que no afecte a tu calidad de vida.
Resumen sobre aracnofobia
La aracnofobia es un miedo desmesurado a las arañas.
Puede ser consecuencia de un evento traumático, aunque el miedo a las arañas tiene base genética, es decir, ha garantizado la supervivencia.
Los síntomas engloban ataques de ansiedad, temblores, nerviosismo náuseas y evitación a lugares donde hay o puede haber arañas.
El tratamiento indicado para la aracnofobia es la Terapia de Exposición.