Una relación sana basada en el respeto y el compromiso es el ideal de toda pareja.
Sin embargo, cuando ciertos aspectos como la falta de autoestima, el miedo a la soledad o el temor a tomar decisiones propias se imponen…Puede aparecer algo muy distinto al amor: La dependencia emocional.
Para saber la diferencia entre un amor sano y una relación de dependencia emocional existen ciertas preguntas claves que te ayudarán a conocer la respuesta.
¿Eliges a tu pareja o la necesitas?
Elegir a una pareja significa saber que está ahí y que no la necesitamos para realizar nuestras actividades diarias pero que su compañía resulta agradable y aporta valía. Por eso la elegimos.
Si por el contrario sientes que no eres fuerte sin tu pareja, que no sabes cómo decidir o actuar sin su aprobación no es una elección sino una necesidad.
¿Tienes miedo a la soledad o disfrutas del contacto?
En el caso de dependencia emocional las sensaciones y emociones que puede aportar la relación tienden a enfocarse en aspectos negativos.
Una persona con este rasgo intentará buscar a su pareja con el objetivo de no sentirse sola. Su objetivo es el de paliar su mundo negativo interno.
Una persona con una relación de pareja sana buscará a la otra persona porque su compañía le da una sensación de bienestar difícil de igualar.
¿Es tu príncipe azul o aceptas sus fallos?
Si una persona siente que su pareja es ideal, que no tienen ningún tipo de fallos y la relación es digna de una película Hollywoodiense se está apartando de la realidad demasiado.
En una relación sana se reconocen tanto las virtudes como los defectos de la pareja.
Se aprende a convivir con sus manías, contrariedades o sus «días malos´´ sin que por ello la calidad de la relación se vea disminuida.
¿Lo amas o amas lo que te da?
En una relación basada en el amor las emociones positivas son vistas como experiencias que aportan valor y ofrecen una fuente de inspiración para establecer objetivos tanto comunes como personales.
En situaciones de dependencia emocional lo que se valora de la experiencia vivida es la posibilidad de aminorar sentimientos encontrados en uno mismo.
Es lo que se conoce como relaciones dopamínicas, en la que la persona siente la necesidad de vivir una relación intensa con encuentros sexuales vividos.
¿Tu relación es flexible o se basa en rutinas fijas?
Dentro de las relaciones basadas en el amor el tiempo no tiene cabida. No importa si os veis normalmente todos los días y en alguna ocasión, tu pareja se marcha de viaje.
Se acepta y se vive desde la comprensión y el amor.
En cambio en una relación con dependencia emocional el hecho de que la pareja se aleje de alguna manera supone una auténtica crisis para la persona.
El mecanismo de acción es similar al que una persona adicta experimenta al ser privado de su fuente de adicción.
¿Tienes baja o alta autoestima?
Uno de los principales rasgos que tiene una persona con dependencia emocional es la baja autoestima.
Lo que le hace tener la necesidad de complacer a la otra persona, anteponiendo sus propios gustos e intereses hacia lo que el otro quiere.
En una relación basada en el amor ambos integrantes de la pareja no tienen la necesidad de «servir´´ hacia los intereses del otro.
Respetan sus decisiones y la comunicación y el compromiso prevalece por encima de todo.
¿Tienes momentos para ti o necesitas estar siempre con tu pareja?
Las relaciones dependientes necesitan un contacto constante.
Cualquier acto por simple que parezca como ir de compras tiene que contar con la presencia de la pareja.
Necesitan ese contacto, la aprobación constante y la seguridad que les ofrece.
Las relaciones basadas en el amor por el contrario no necesitan estar en contacto continuo con la otra persona ni de manera física ni de manera interactiva.
Guardan espacio de tu tiempo para estar solos o disfrutar con amigos y familiares sin que ello repercuta en la relación.