Una de las primeras cosas que debe hacer una madre con dependencia emocional a los hijos es fomentar su autoestima y valía personal.
Existen ciertos hábitos como cultivar las relaciones de amistad, realizar viajes o volver a experimentar un segundo noviazgo con tu pareja que te ayudarán a superar la dependencia emocional a tus hijos.
Aceptar la realidad
Para superar la dependencia emocional con un hijo debes aprender a saber que en el transcurso de la vida existen diferentes etapas y ahora que tu hijo es adulto debes dejar que vuele libre.
Has estado demasiados años cuidando de tu hijo y quizás sea ese el motivo por el que ahora te sientes algo perdida.
Aprovecha esta nueva etapa para cuidar de una persona que llevas tiempo dejando de lado: Tú misma.
Si por el contrario todavía convives con tus hijos piensa en su bienestar.
¿Quieres un hijo que no sepa desenvolverse en el mundo?
Si fomentas la actitud de dependencia emocional es posible que tu hijo también adopte estos patrones y el día de mañana tenga relaciones tóxicas o dopanminicas que no le harán ningún bien.
Cuida tu relación de pareja
Hace tiempo que has dejado de lado a una persona muy importante para ti y con la que has compartido no solo el nacimiento de tus hijos sino también cientos de experiencias y emociones.
Esa persona es tu pareja.
Para evitar caer en una relación tóxica y dependiente con tu hijo cuida tu relación de pareja.
Establece de nuevo una comunicación fluida y reaviva la pasión. Tu autoestima y todo el vínculo familiar te lo agradecerá.
Conoce nuevas amistades
Has pasado demasiado tiempo sin tener contacto con tus amigos y quizás sientas que ya no es el momento para volver a salir y disfrutar de la vida y las relaciones sociales.
Siento decirte que no tienes la razón.
Las relaciones sociales son vitales en cada una de las etapas del desarrollo y además de sanas aportan valor y fomentan la autoestima personal.
Una autoestima que necesitas para dejar de depender emocionalmente de tus hijos.
Es momento de apuntarte al curso que siempre has querido hacer o de ir a ese viaje que siempre has soñado.
Verás cómo una vez salgas de tu zona de confort la vida te sorprende.
Acepta a tus hijos como son
No intentes cambiar tu forma de hacer o sentir. Si tu hijo es adulto debes dejar que tome sus propias decisiones.
Sé que quieres lo mejor para él sin embargo la actitud que estás tomando controladora y agresiva no os hace ningún bien a ninguno de los dos.
Va a hacer cosas que tú no hubieras hecho o dicho.
Va a ir a sitios a los que tu jamás irías y vestir como siempre has odiado.
Debes aprender a respetar sus propias decisiones. De esa manera les estarás concediendo o el poder de elegir y ser libre tanto de crear su destino como de asumir las consecuencias de sus actos.
Reflexiona sobre tu pasado
Las relaciones de dependencia suelen tener patrones comunes y presentarse en diferentes generaciones.
Es como si la vida nos volviera a dar la oportunidad de cerrar un ciclo o curar una herida.
Piensa en tu sistema familiar y qué patrones tenía tu abuela con tu madre o tu madre contigo.
Es posible que en alguno de sus actos o sentimientos veas como la dependencia emocional era una de las protagonistas del momento.
Ahora pregúntate si ese tipo de actitud fue positiva y aporto algo a las personas afectadas.
Tu respuesta con toda seguridad será negativa.
Ahora pregúntate ¿Quiero esto para mí o para mis hijos?