Dentro de los neurotransmisores encargados de reportar sentimientos de placer encontramos la dopamina.
La dopamina actúa activando el sistema de recompensa y ofreciendo respuestas de placer asociadas a un estímulo concreto.
¿Por qué se le llama hormona de la felicidad a la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor que entre otras funciones se encarga de activar el sistema de recompensa en nuestro cerebro, nos ayuda a mantenernos alerta y además, mejorar el bienestar emocional.
Es por eso por lo que este neurotransmisor es conocido como la hormona de la felicidad o más comúnmente: Hormona del placer.
Existen otros neurotransmisores como la serotonina o las endorfinas que también son precursores de bienestar psicológico
¿Cuáles son los efectos de la dopamina en la felicidad?
La dopamina tiene varias funciones cerebrales como el aprendizaje, la memoria, la motivación, el sueño o el humor.
Una de sus facetas más conocidas es la función de mejorar el estado de ánimo.
¿Cómo lo consigue?
Este neurotransmisor se encarga de que cuando realizamos una acción que nos reportan placer como tener sexo o comer se active el sistema de recompensa.
Con el sistema de recompensa activo, el estado anímico mejora, te sientes más satisfecho, tienes más ganas de hacer cosas y a fin de cuentas, eres algo más feliz.
Este efecto eufórico es precisamente lo que lleva a los adictos a consumir más y más droga. Las drogas como la cocaína provocan un pico de dopamina con euforia y sensación de plenitud.
Esta sensación engancha al sujeto y siente la necesidad de volver a consumir para repetirla.
¿Si aumento mi dopamina seré más feliz?
La felicidad es algo subjetivo y aquí también entra en juego tu sistema de recompensa, tu genética y tus habilidades psicológicas.
Si realizas diferentes acciones que conllevan un aumento de dopamina te sentirás mejor y tendrás mayor bienestar emocional.
Sin embargo el aumento de dopamina asociado a un mayor bienestar no implica al 100% que vayas a ser feliz al menos, las 24 horas del día.
Existen problemas de fondo que deben ser tratados de base para poder realmente tener un bienestar psicológico y aunque la dopamina siempre va a ayudar, no será lo que determine tu felicidad.
3 formas de aumentar la dopamina / felicidad
Por suerte el cerebro de los humanos es muy agradecido y existen varias cosas que puedes hacer para aumentar los niveles de dopamina en tu cuerpo de manera natural.
Escucha música
Uno de los mayores placeres de la vida y uno de los asociados al aumento de dopamina: Escuchar música.
Cuando escuchas a tu artista preferido u oyes la sintonía que llevas tiempo tarareando en la radio el placer proporcionado favorece la liberación de dopamina y contribuye a aumentar tu nivel de felicidad.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences llegaron a la conclusión de que existe una estrecha relación entre el placer de escuchar música y el aumento de dopamina.
Según los científicos, cuando más dopamina es liberada al escuchar una sinfonía o canción, mayor es el disfrute y las ganas de volver a escucharla de nuevo.
Haz deporte
“Durante largos años se ha conocido que el ejercicio tiene efectos positivos sobre el cerebro y la salud mental. No solo se dan a nivel preventivo, sino también en las personas que presentan problemas mentales”, cuenta Andrea Solera Herrera, subdirectora de la Escuela de Educación Física y Deportes (Edufi) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Cuando haces deporte tu cerebro libera diferentes neurotransmisores. Entre ellos la serotonina, endorfinas y dopamina.
La dopamina produce un efecto de placer en el cuerpo que hace que te sientas con más energía y entusiasmo al poco tiempo de practicar el ejercicio.
Medita
En la última década la práctica de la meditación ha recibido más devotos que nunca.
Se sabe que la meditación diaria ayuda a obtener mayor rendimiento psíquico, protege el sistema inmune y ayuda a conciliar el sueño.
La meditación también ayuda a mejorar el estado anímico gracias a la liberación de neurotransmisores como la serotonina o la dopamina.
En un estudio realizado por Paul Knytl y Bertram Opitz se tomaron tres muestras de sujetos:
- Expertos en meditación
- Novatos
- Personas que no meditaban
A cada grupo se les entreno para selección diferentes parejas de imágenes. Todas asociadas a algo positivo.
El resultado mostró que las personas expertas en meditación tenían mayor probabilidad de recompensa y una tendencia mayor a aprender resultados positivos.