El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es una patología con amplia presencia en la población mundial.
Se estima que este trastorno está presente en el 5% de la población infantil y puede llegar a la población adulta en un 2,5% con signos o síntomas similares.
Se caracteriza por la presencia de un déficit que impide atender de manera correcta. Se puede acompañar de un escaso control de impulsos acompañado e hiperactividad motora.
¿Qué es el TDAH?
La definición más aceptada del TDAH y recogida en el DSM 5 es:
El Trastorno TDAH es una patología de origen neurobiológico que afecta tanto a adultos como a niños. Es descrito como un patrón persistente o continuo de inatención y/o hiperactividad e impulsividad que impide las actividades diarias o el desarrollo típico.
DSM 5
El TDAH abarca un modelo continuo de inatención y/ o hiperactividad e impulsividad.
Esto hace que el paciente tenga problemas a la hora de realizar actividades diarias o mantener la atención, la función ejecutiva así como la memoria del trabajo.
En la actualidad el trastorno supone uno de los mayores retos para profesionales de la educación y la medicina que ven cómo sus aulas y sus consultas cada vez presentan más casos con estos patrones.
Niños con TDAH
Diagnosticar a niños con TDAH requiere un examen exhaustivo donde el profesional tome en cuenta las directrices adoptadas por el DSM-5 para establecer el diagnóstico acertado.
Los síntomas comunes en un niño con TDAH son similares a los de un adulto e incluyen hiperactividad motora, falta de control de impulsos e incapacidad para mantener la atención.
La capacidad para mantener la atención no es un requisito para realizar el diagnóstico.
Es decir, puede haber niños con TDAH que solo presenten hiperactividad y falta en el control de impulsos cuya atención sea correcta.
Los medicamentos empleados para tratar este trastorno en niños son similares a los de la población adulta e incluyen el metilfenidato y la atomoxetina como protagonistas.(No siempre es necesaria la medicación).
Es importante que el niño reciba el apoyo necesario y las herramientas oportunas para convertirse en un adulto competente, y seguro de sí mismo.
Para ello es necesario un tratamiento multidisciplinar donde se incluya terapia psicológica y educación en habilidades cognitivas.
TDAH en adultos
El TDAH en adultos presenta características similares a las que presentaría un niño.
Únicamente debemos atender a las características propias de un comportamiento adulto y trasladar los síntomas básicos del TDAH a este ámbito.
La inatención, el escaso control de impulsos y la hiperactividad motora e intelectual suelen ser características clave a la hora de diagnosticar el TDAH en adultos.
En cuanto a la medicación, los estudios han demostrado que un tratamiento multidisciplinar basado en farmacología, y terapia psicológica es la mejor combinación posible.
Causas del TDAH
Los genes y la herencia son dos de las causas más frecuentes del TDAH.
Es frecuente que un padre con TDAH tenga hijos con el mismo problema aunque esto no tiene que ser así siempre. Según las estadísticas un niño con TDAH tiene 25% de probabilidad de que uno de sus padres presenten el trastorno.
En ocasiones también puede ser común que varios hermanos lo presenten o incluso que se halle el diagnóstico en el padre/madre y el niño al mismo tiempo.
El nacimiento prematuro puede aumentar el riesgo de tener TDAH.
El tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas consumidas durante el embarazo también pueden aumentar el riesgo de que el niño desarrolle TDAH.
Síntomas del TDAH
Los síntomas de TDAH más frecuentes son:
- Dificultad para controlar impulsos y/o emociones
- Problemas a la hora de organizar una tarea.
- Escasas habilidades para gestionar el tiempo.
- Problemas de concentración.
- Problemas para actividades multidisciplinares.
- Excesiva actividad motora.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Temperamento fuerte.
- Baja capacidad para resolver problemas o enfrentarse al estrés.
- Falta de motivación.
- Apatía.
Tratamiento para el TDAH
En la actualidad el tratamiento para el TDAH combina fármacos y terapia psicológica.
Medicamentos para tratar el TDAH
Los fármacos más usados y que mejores resultados han tenido a lo largo del tiempo son el metilfenidato y la atomoxetina.
Terapia psicológica para el TDAH
La terapia psicológica puede incluir varios aspectos como:
- Dar herramientas para gestionar el control de impulsos
- Ayudar a mejorar la concentración.
- Servir de apoyo para aprender a gestionar posibles problemas que surjan a consecuencia de los síntomas asociados.
La terapia más utilizada para tratar casos de TDAH es la Terapia Cognitivo Conductual.
Tipos de TDAH
Existen tres tipos de TDAH según las características o síntomas que se tengan:
TDAH con presentación predominante de Hiperactividad e Impulsividad
En este tipo de TDAH el paciente presenta síntomas de hiperactividad motora. Tienen la necesidad de mover alguna parte de su cuerpo continuamente.
No saben cómo controlar sus impulsos y en este caso, no existen problemas de atención.
Se trata de un tipo que suele predominar en pacientes de menor edad.
TDAH con presentación predominante de falta de atención
El niño o adulto presenta dificultad para prestar atención de manera sostenida.
No son personas impulsivas que tengan necesidad de moverse constantemente. Es decir: No hay hiperactividad motora.
En este caso se suele aludir al término TDA (Trastorno de Déficit de Atención)
Este tipo de TDAH puede resultar peligroso.
En un niño con hiperactividad o control de impulso no es fácil que pase desapercibido. Sin embargo, en un niño con problemas de atención pueden atisbar simples características de personalidad como la timidez.
Esto hace que no se piense en un problema de inatención si no en un rasgo de la personalidad.
TDAH con presentación combinada
En este tipo de TDAH se presentan problemas tanto de falta de atención como a nivel de hiperactividad e impulsividad.
En ocasiones la intensidad de los síntomas puede ir disminuyendo a medida que el niño tenga más herramientas.
En cualquier caso es necesario una valoración precisa por parte de un profesional.
Protocolo del TDAH
Cada comunidad autónoma ha establecido un protocolo de TDAH que ayude a los especialistas a dar al niño diferentes estrategias y herramientas con las que poder mejorar su calidad de vida.
El protocolo establece una actuación conjunta entre el centro educativo, las figuras de referencia y los especialistas para conseguir un único objetivo: hacer que el niño afectado cuente con las habilidades necesarias para poder convertirse en un adulto autónomo, seguro de sí mismo y capaz de controlar sus impulsos, su déficit de atención o su hiperactividad motora.
Este protocolo se centra en varios pasos de actuación:
Detección del trastorno
El trastorno detectado por el centro educativo o el entorno familiar dirigirá al niño al especialista indicado que verifique el trastorno.
Diagnóstico e intervención
Una vez establecido el trastorno se analizará el caso particular para tomar un consenso sobre el tratamiento a seguir.
Seguimiento
Será necesario evaluar de manera periódica la evolución del afectado con el objetivo de ajustar el tratamiento y establecer nuevas herramientas para seguir mejorando.
Resumen sobre el TDAH
El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención o Hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico que puede estar causado por factores genéticos, hereditarios y medioambientales.
Los síntomas más comunes del trastorno incluyen déficit de atención para realizar actividades cotidianas, déficit de habilidades en el control de impulsos y una actividad motora excesiva.
El TDAH puede presentarse con o sin falta de atención.
Los síntomas del TDAH en adultos y niños son similares y el tratamiento usado depende de las características personales de cada paciente.
La combinación de medicación y terapia psicológica ha demostrado ser más eficaz aplicada de manera conjunta que de manera individual.
La medicación para TDAH más frecuente es el metilfenidato y la atomoxetina.
A día de hoy, con el diagnóstico adecuado y el tratamiento personalizado puede hacer que el afectado lleve una vida normal.